Queremos
contaros la historia de nuestro miserable convenio, como nació y por qué.
Las
luchas internas de poder de las diferentes federaciones de CCOO y UGT hicieron que se
acelerase la firma de nuestro primer convenio. Esto impidió, la aplicación por extensión del convenio de Telefónica,
por ser el más cercano a la actividad que desarrollamos.
Este primer convenio, no recogía derechos mínimos ya incluídos en
el Estatuto de los Trabajadores, lo que favoreció miles de despidos alegando
supuestas disminuciones de llamadas, la temporalidad de los contratos, jornadas
variables y abusivas de hasta 55 horas semanales y un sueldo un 60% por debajo
del que recibiría un trabajador de Telefónica.
Por
todos estos abusos la CGT
impugnó este convenio ante la Audiencia
Nacional.
Concluida la vigencia de este
convenio, CCOO y UGT parecía que estaban de acuerdo con las propuestas de la CGT , en cuanto a la necesidad de dar un giro de 360º a la
regulación del sector. Se estableció
una plataforma de mínimos irrenunciables y se consiguió un éxito rotundo de las
movilizaciones de los trabajadores.
Finalmente CCOO y UGT se
descuelgan de esta propuesta de mínimos y firman un nuevo convenio que mantiene
el despido colectivo libre, la contratación temporal inestable, un salario
irrisorio y que somete los derechos laborales de los trabajadores a los
caprichos de las empresas.
Como todos sabemos nuestra
situación laboral con los últimos convenios no ha mejorado, CCOO y UGT a cambio
de liberados y a saber que otros favores, nos han ido vendiendo negociación
tras negociación. Con cada convenio firmado, hemos ido perdiendo poder
adquisitivo.
Tras
15 años y 5 convenios, la regulación de nuestro sector no ha sufrido ningún
avance significativo. Se nos sigue tratando como mano
de obra barata y precaria, utilizada al antojo de las grandes multinacionales
del sector, cuyos beneficios no han dejado de crecer en este período.