Dentro de poco tiempo, la negociación de este convenio cumplirá los dos años. Durante este tiempo se han ido produciendo reuniones que han ido recalcando los mismos temas sucesivamente, y en las que no ha habido, hasta hace relativamente poco tiempo, ningún tipo de urgencia por parte de la patronal ni de los sindicatos mayoritarios.
Al parecer, estos tiempos de negociación le venía bien a todo el mundo: de una parte la patronal estaba cómoda ante las sucesivas reformas, y de otra parte, CCOO y UGT, que se las prometían muy felices, aguardando desde un principio a un convenio continuista en el que tan sólo se revisarán las tablas salariales.
La situación cambió cuando solicitaron un convenio que lo mantuviera todo igual y tan sólo actualizara las tablas salariales. Cuando la patronal dijo que no fue cuando convocaron su jornada de huelga que podemos tildar de paripé.
Y sí, se equivocaron profundamente. La patronal ha dado muestras (ahora si cabe, más que nunca) de que este convenio, pese a presentar casi todos los naipes marcados a su favor, les resulta aún insuficiente. Por ello, en ningún caso han preferido un convenio continuista. Por ello, en una posición de fuerza nunca antes conocida, tratan ahora de restaurar todas aquellas cuestiones que les han causado hasta el más mínimo quebradero de cabeza en los juzgados. De ahí su empeño en no firmar absolutamente ningún convenio que no incluya la modificación a su favor del artículo 17, escogiendo a los trabajadores por turno como criterio principal, y por antigüedad como criterio secundario. No se esconden. No disimulan.
La patronal ha presentado su propuesta de artículo 17, con despidos de indefinidos previsto con 20 días por año, y no varía un ápice su propuesta inicial en este punto. En cuanto a la revisión económica, la patronal ha incrementado aún más sus pretensiones: ahora ofrece menos que al principio en todos los años de vigencia de convenio.
Lo extraño, lo alarmante, es que CCOO y UGT también pidan menos. Incluso han llegado a asumir que los trabajadores sigan perdiendo poder adquisitivo, hablando de una subida lineal del 2,5 por ciento para los años 2011 y 2012, salga lo que salga en el IPC y sin cláusula de revisión. Con esto solamente, la patronal podría haber buscado una salida beneficiosa para sus intereses. Pero como decimos desde un principio, el sólo hecho de que los salarios de los trabajadores crezcan por debajo del IPC no les vale: también quieren despedirlos más barato.
Desde CGT hemos informado puntualmente de cada reunión, de cada capítulo a tratar y de cada manifestación de las partes.
Desde CGT nos damos cuenta de que la patronal ha querido y sabido demostrar una fuerte disposición para conseguir sus objetivos.
Es cuestión de tiempo que CCOO y UGT reciban una oferta que les satisfaga. A CGT ni nos harán creer ni harán callar.
POR UN CONVENIO DIGNO, MOVILÍZATE Y LUCHA